Muestras especiales, cine argentino clásico, documentales musicales, competencia latinoamericana de largos y cortometrajes, preestrenos nacionales y retrospectivas de Gastón Pauls, Pino Solanas y Gustavo Fontán, son algunos de los ingredientes del 25 Festival de Cine de Viña del Mar, FICViña, organizado en conjunto por la Municipalidad de la Ciudad Jardín y la Universidad de Valparaíso.

El evento, que se desarrollará entre el 18 al 23 de noviembre, cuenta con exhibiciones gratuitas en la sala Rubén Darío UV, el Cine Arte de Viña del Mar y Cinemark Espacio Urbano. Al igual que el año 2012, el académico de la Escuela de Cine UV, Edgar Doll, es el director artístico del evento.

Diversidad latinoamericana

En cuanto a la competencia de este año, Doll explica que “hay una diversidad interesante de películas de varios países latinoamericanos que demuestran el nivel de producción que tienen en la actualidad. Son obras de alto nivel en términos de calidad técnica. Hoy con las nuevas tecnologías el cine se puede ver mejor, se puede escuchar mejor, y por otro lado hay contenido, entonces cada historia tiene un valor más allá de la entretención”.

Una de las labores del director artístico es básicamente la curatoría. Al respecto el académico UV añade que “la competencia de largometrajes parte de una búsqueda de más de un año de preseleccionar películas que sin duda son valiosas, las cuales recogen el espíritu del Festival. Son obras de primer nivel que están en festivales como el de Londres o Cannes, que han ganado festivales latinoamericanos importantes, que han tenido premios de primera categoría en Guadalajara o Lima y que tenemos la oportunidad de tenerlas como primicias, ya que son películas de alta calidad”.

El giro del festival

Este es el segundo año que Edgar Doll asume la dirección artística, respaldado por la Escuela de Cine UV. Al respecto el académico indica que “el Festival tenía que dar un giro y abrirse a una suerte de relación sobre los filmes de una manera distinta. Hoy tanto el documental como la ficción comparten una situación híbrida, hay formatos y películas que no son el típico filme de ficción o documental, que ya no solamente asumen esa realidad de registro, sino toman muchos modos de trabajar de la ficción. Entonces, estos híbridos ahora tienen cabida en este certamen”.

Para Doll otra de las características de esta versión es que “se determinó que nuevamente se volvía al origen del Festival, instalándolo como un evento de cine latinoamericano. Estimamos que por la gran producción, la elevada calidad y las temáticas que se abordan en Latinoamérica, había que darle espacio a ese cine que no tiene cabida en otros medios. Ese cine latinoamericano es el que se presenta hoy día en el FICViña 2013”.