Un llamado a las empresas e instituciones a imitar la labor de la Municipalidad de Viña del Mar, en cuanto a la disposición  que se le debe dar  a la basura electrónica, realizó la alcaldesa Virginia Reginato al momento de encabezar el envío de  4 toneladas de equipos computacionales en desuso a una empresa de reciclaje en Santiago, para su tratamiento.

“En el municipio estamos muy preocupados por el cuidado del medio ambiente y para ello hemos impulsado varias campañas de reciclaje. En este sentido el municipio se  hace responsable de sus desechos electrónicos, y en vez de botarlos en vertederos, se están enviando a una empresa para que trabaje su reciclaje, al igual como se hace con las pilas. Esto debe ser un ejemplo para que otras empresas apelen a su responsabilidad institucional e imiten lo que realiza el municipio con la basura electrónica”, dijo la alcaldesa.

La autoridad comunal indicó que este material corresponde a equipos municipales que ya están de baja, por encontrarse en mal estado, obsoleto y descontinuado y se está evaluando la posibilidad de poder tener un punto de reciclaje para que la comunidad deposite este tipo de equipamiento desechado en su casa.

En tanto Dustin Gray, responsable de clientes corporativos de Recicla Chile, dijo que “este es un trabajo muy importante con el municipio  de Viña del Mar porque hay un compromiso real por el medioambiente, y por eso para nosotros es un privilegio  hacer la recepción responsable de estos residuos. Nosotros reciclamos lo que es utilizable y los otros lo disponemos ambientalmente de manera adecuada, para los cual se hace un desmantelamiento por parte de cada artículo”.

Los residuos electrónicos, denominado como E-WASTE fueron enviados a la empresa RECYCLA-Chile  en Pudahuel, que está certificada  medioambientalmente, para el tratamiento de este material, que es considerada la nueva basura del siglo XXI.

En total se trasladaron 200 pantallas, 182 CPU, 17 impresoras, 182 teclados y 103 mouses.

Consignar que debido al acelerado avance tecnológico los residuos electrónicos y desechos eléctricos quedan obsoletos rápidamente, convirtiéndose en residuos contaminantes y dañinos para el medio ambiente y las personas, ya que éstos contienen plomo, cadmio, arsénico y mercurio.

Como ejemplo, en Chile se desechan 3 millones de celulares y 500.000 computadores al año y el 95% de éstos tiene un destino desconocido.