Con Lonco y Machi jardín infantil Viñamarino celebra llegada de año nuevo Mapuche
Alrededor del Canelo, los niños, niñas y familias del jardín infantil Estrellita del Futuro de Viña del Mar, celebraron el Wetripantru, año nuevo para el pueblo Mapuche que se realiza en el solsticio de invierno austral.
Durante la ceremonia, encabezada por un Lonco y una Machi de la comunidad Mapuche de Forestal Alto, se hicieron rogativas y posteriormente la comunidad educativa pudo degustar platos típicos mapuches, elaborados por miembros de la comunidad.
En la jornada los niños y niñas hicieron una demostración del tradicional juego mapuche Palín, dinámica que fue liderada por le Educadora de Lenguas Mónica Liempi Liempi, quien desde el 2010 asiste semanalmente y en media jornada al recinto educativo para fomentar en los párvulos la lengua mapudungun, y de esta manera rescatar y poner en valor la historia, cultura y costumbres de nuestros pueblos originarios.
“Es un compromiso de la Presidenta Michelle Bachelet, trabajar por un educación gratuita, de calidad e inclusiva, donde todos los niños y niñas tengan acceso a las mismas oportunidades y que tanto ellos como sus familias tomen conciencia de que la diversidad enriquece el proceso educativo y el desarrollo cognitivo y social de los párvulos”, sostuvo Priscila Corsi Cáceres.
Por su parte la Seremi de Gobierno, Katherine Araya Matus sostuvo que «La educación inclusiva es parte de la convicción de que la educación es un derecho social pero a la vez es un cimiento para una sociedad mucho más justa donde tengamos un sentido de comunidad, pertenencia, pero por sobre todo de bienestar donde todos los niños y niñas de nuestro país son sujetos de derecho”.
Cerca de 200 mil niños y niñas reciben educación pública, gratuita y de calidad desde el comienzo, en los casi 3 mil programas educativos de la JUNJI a nivel nacional. De ellos, 9.396 niños y niñas pertenecen a pueblos originarios.
Gracias a un convenio entre JUNJI y CONADI, hoy contamos con 186 jardines infantiles denominados interculturales ubicados tanto en zonas urbanas como rurales con alta concentración indígena, en los cuales se enseña a los niños —desde sus primeros años— a valorar, preservar y reconocer la cultura de los pueblos originarios.