Astrónomos se reúnen en Valparaíso para revisar estudios atmosféricos del norte de Chile
Convocados por el área de Astrometeorología de la UV, unidad única en Chile cuyo trabajo es adelantar las condiciones que tendrá la atmósfera en las noches escogidas para mirar el cielo.
“Estudio de los sitios astronómicos” es la conferencia sobre astrometeorología que se desarrolla hasta este viernes 3 en Valparaíso, reuniendo a científicos de centros de investigación de todo el mundo. El encuentro es auspiciado por el Observatorio Thirty Meters Telescope, TMT, y el European Southern Observatory, ESO, con el patrocinio de Conicyt y el apoyo de la Universidad de Valparaíso.
Esta es la primera vez en Chile que se desarrolla un encuentro sobre astrometeorología, y representa una oportunidad que la comunidad científica comparta los aspectos más importantes de los estudios atmosféricos que se han desarrollado en el norte de Chile, y que han conducido al establecimiento de importantes proyectos astronómicos.
La ceremonia inaugural de la conferencia, este miércoles en el hotel Diego de Almagro, en Valparaíso, contó con la presencia del doctor Massimo Tarenghi, representante oficial de ESO Chile, y el doctor Gary Sanders, Project manager del TMT Project. Ambos destacaron el valor de los cielos del norte de Chile para la observación, a la vez que valoraron el trabajo de los científicos chilenos, que desde hace años y con pocos recursos, se han dedicado a la investigación y a determinar las condiciones más apropiadas para emplazar los observatorios.
La inauguración incluyó también intervenciones de Nikolaus Vogt, del Departamento de Física y Astronomía de la UV, y Marcela Escobar, directora de Investigación de la UV.
Detalles de la atmósfera
El doctor Tarenghi destacó la importancia de la conferencia “Estudio de los sitios astronómicos”, por cuanto a su juicio “la astronomía necesita un conocimiento de la atmósfera en detalle. La astrometeorología es una forma súper importante de optimizar el trabajo del telescopio. Acá en Valparaíso tienen un grupo muy fuerte que inició esta ciencia y que se integró muy bien con toda la actividad del observatorio de Paranal y también en el observatorio de Alma”.
Respecto de si se espera que la conferencia arroje conclusiones importantes, Tarenghi indicó: “Yo creo que sí, porque una primera fase es la selección del sitio (para un observatorio), que es importante, y la otra, que es más importante, es una cooperación de los equipos de actividad con la planificación de observaciones. Esto en tiempo real: necesitamos conocer al inicio de la noche cuál es la atmósfera que vamos a tener, para poder programar la observación de la noche. Se necesita una información continua, es muy importante, es fundamental”.
Para hacer más astronomía
El doctor Michel Curé, académico del Departamento de Física y Astronomía de la UV, anfitrión de la conferencia, destacó las ventajas de Chile para la observación astronómica: “De los tres proyectos más grandes que hay en la historia de la astronomía, que son telescopios de más de veinte metros, dos se están poniendo en Chile: el GMT, Giant Magellan Telescope, en Las Campanas, en la Cuarta Región, en el borde con la Tercera, y el E-ELT, Extreme Large Telescope, de la ESO, que va a estar en el cerro Armazones y va a ser de 42 metros”.
Añadió que “tanto los norteamericanos como los europeos hicieron estudios de lugares donde se puede poner los observatorios, y este congreso es para analizar todos esos datos y para poder entender la perturbación que hace la atmósfera para la recepción de los datos. Mientras uno más entienda eso, mejor es la calidad de los datos que recibe y más astronomía se puede hacer”.
La importancia, entonces, de la astrometeorología es que al conocer las condiciones de la atmósfera, el astrónomo puede planificar sus tareas: “Nuestro grupo tiene como objetivo poder pronosticar las condiciones meteorológicas, y además con ciertas variables, especiales para la astronomía, para que los observatorios organicen qué instrumentos van a usar el día de mañana y poder optimizar. Porque si usan el instrumento y las condiciones atmosféricas son malas, se demoran más de diez minutos en cambiar el instrumento, y Paranal vale un dólar el segundo, y se espera que el E-ELT cueste 300 mil dólares la noche. O sea, diez minutos son muy valiosos”.
Finalmente, Michel Curé destacó: “En Chile sólo hay siete universidades que hacen astronomía, y solamente hay una que tiene meteorología de pregrado, que es la nuestra. Somos los que tenemos esa simbiosis, por eso está este grupo de astrometeorología que es tan importante”.