En la oportunidad, legisladores de todas las bancadas que dejan el trabajo parlamentario entregaron su último mensaje en el hemiciclo que los acogió por, al menos, cuatro años.

Además, el Presidente de la Corporación, Fidel Espinoza aprovechó la ocasión para entregar un breve balance del periodo y sus anhelos para el periodo que se inicia el próximo 11 de marzo.
Hoy la Sala de la Cámara de Diputados se abrió a un espacio distinto, donde las diferencias y la confrontación dieron paso al agradecimiento y al emotivo adiós de 57 diputados y diputadas que culminaron su mandato en el Congreso Nacional.

La sesión de Clausura del periodo legislativo 2014-2018, iniciada cerca de las 10:30 horas y que terminó pasada las 14:00 horas, se focalizó en el discurso de cada uno de los legisladores que, por última vez, expuso en el Hemiciclo que lo acogió por cuatro, ocho, doce o incluso 28 años.

Del conjunto, 21 diputados no lograron ser reelectos para una nueva representación; uno optó por ser candidato presidencial y 15 decidieron dejar sus distritos para avanzar al Senado, tres de ellos con éxito. Finalmente, 20 optaron por no repostularse.

De este último grupo, legisladores como Patricio Vallespín (DC), Denise Pascal (PS) y Clemira Pacheco remarcaron su convicción en que la representación parlamentaria debe tener un plazo máximo. Recordaron el proyecto impulsado y aprobado en la Cámara de Diputados que fija un máximo de tres periodos y sostuvieron que, por consecuencia de creencias, optaron por dar un paso al lado en esa misma línea al cumplir su tercer mandato.

Todos los discursos cruzaron agradecimientos a sus respectivas familias, equipos de trabajo, personal de la Cámara de Diputados y de la Biblioteca del Congreso Nacional y, obviamente, a quienes les permitieron llegar al Parlamento por medio de su voto.

Algunos parlamentarios, como Marisol Turres (UDI) y Germán Becker (RN) dijeron tener sentimientos encontrados, ya que aseguraron tener la convicción de haber realizado su misión y haber aportado al bienestar del país, pero que, al mismo tiempo, sentían que se pudo haberse hecho más.

En los discursos fue común mencionar proyectos que lograron ver la luz como leyes de la República y que implicaron avances en distintos planos para la sociedad chilena, tal como lo remarcaron la diputada Andrea Molina (UDI), Joaquín Tuma (PPD) y Romilio Gutiérrez (UDI).

Diputados como Lautaro Carmona (PC) y Christian Mockeberg (RN) focalizaron su discurso desde la perspectiva histórica, particularmente de su partido, así como de las políticas de los acuerdos que se debieron realizar para lograr la aprobación de algún proyecto emblemático.

Parlamentarios que llevaban varios periodos de representación, como los DC Sergio Ojeda y Roberto León, reconocieron el dolor de la derrota, al tiempo que remarcaron su interés de seguir colaborando con el país desde el ámbito ciudadano.

Otros legisladores, como Pedro Browne (IND), Germán Verdugo (RN), Ramón Farías (PPD), Osvaldo Andrade (PS), Jorge Tarud (PPD), Alberto Robles (PR) y René Saffirio (IND) dejaron un espacio para entregar un mensaje a la nueva Cámara y a sus representantes, tanto para continuar con la tarea de legislar y promover el bien común de los chilenos, como para revertir la imagen de la política y, en particular, del Parlamento.

En este último plano, se llamó a prestigiar la política; a avanzar en acuerdos, dejando en ocasiones las convicciones personales por un interés mayor; a acercarse y escuchar a la ciudadanía; y ahondar en transparencia y probidad en el accionar público.

En la ocasión, algunos discursos marcaron un tono especialmente sensible. Así se apreció en las intervenciones de la diputada Karla Rubilar y de los diputados Felipe De Mussy y Juan Morano, quienes al recordar algunos momentos, vieron surgir lágrimas de emoción que fueron recibidas con aprecio por sus colegas durante la sesión.