Como un ejemplo de entrega y de espíritu de servicio, calificó la alcaldesa Virginia Reginato a los más de mil 200 jóvenes de las diversas universidades e institutos profesionales de la zona que están colaborando voluntariamente con los damnificados por el terremoto.

La jefa comunal llegó hasta la casa central de la Universidad Andrés Bello, en Viña del Mar, lugar en el que incansablemente los estudiantes han recibido, clasificado y distribuido la ayuda a las víctimas del grave sismo.

“Sin duda que esta experiencia les va a acompañar toda la vida a estos jóvenes que son un ejemplo para muchos. El trabajar por los demás es una noble tarea que tiene una gran recompensa: la satisfacción personal de haber cumplido con los más necesitados. Estos muchachos lo están haciendo y merecen nuestro apoyo, tal como lo merecen quienes fueron víctimas del terremoto, por lo que tenemos que imitarlos y realizar nuestro aporte”, dijo la primera autoridad comunal.

Hasta ahora lo que más se requiere son linternas, pilas, alimentos no perecibles, frazadas, pañales, carpas y sacos de dormir. Por el momento no se necesita ropa, por lo que quienes deseen colaborar, lo ideal es que lo hagan con cualquiera de estos elementos.